viernes, 15 de marzo de 2013

Poemas Catulo

XLI

Ameana puella defututa
tota milia me decem poposcit,
ista turpiculo puella naso,
decoctoris amica Formiani.
propinqui, quibus est puella curae,
amicos medicosque conuocate:
non est sana puella, nec rogate
qualis sit: solet esse imaginose.

 41

Ameana, esa muchacha tan follada,
me pidió diez mil sestercios íntegros,
esa muchacha de nariz tan feúcha,
la amiga del dilapidador de Formias.
Parientes que cuidáis a la muchacha
llamad a los amigos y a los médicos.
La chica no está bien y no le preguntéis  
qué tal se encuentra: suele sufrir alucinaciones.


                                     


LVIII

Caeli, Lesbia nostra, Lebis illa,
illa Lebia, quam Catullus unam
plus quam se atque suos amauit omnes,
nunc in queadriuiiis et angiportis
glubit magnanimi Ria nepotes.


                     58

Celio, mi Lesbia, la Lesbia aquella,
aquella Lesbia, que Catulo amó más,
a ella sola, que a sí mismo y que a todos los suyos,
ahora en callejones y esquinas
se la mama a los nietos del magnánimo Remo.

                                        





XLI

Ameana puella defututa
tota milia me decem poposcit,
ista turpiculo puella naso,
decoctoris amica Formiani.
propinqui, quibus est puella curae,
amicos medicosque conuocate:
non est sana puella, nec rogate
qualis sit: solet esse imaginose.

41

Ameana, esa muchacha tan follada,
me pidió diez mil sestercios íntegros,
esa muchacha de nariz tan feúcha,
la amiga del dilapidador de Formias.
Parientes que cuidáis a la muchacha
llamad a los amigos y a los médicos.
La chica no está bien y no le preguntéis  
qué tal se encuentra: suele sufrir alucinaciones.

                                     



LXXXV

Odi et amo, quare id faciam, fortasse requiris?
nescio, sed fiere sentio et excrucior.






                      85

Odio y amo. Tal vez preguntes por qué lo hago.
No lo sé, pero siento que es así y me torturo.




                                 


LXXXVI


Quintia formosa est multis, mihi candida, longa,                               
recta est: haec ego sic singula confiteor.
totum illud formosa nego: nam nulla uenustas,
nulla in tam magno est corpore mica salis.
Lesbia formosa est, quae cum pulcerrima tota est,
tum omnibus una omnis surripuit Veneres.

86

Quintia para muchos es guapa: para mí es blanca, alta,
derecha. Yo le reconozco uno por uno estos encantos,
pero que sea plenamente guapa yo lo niego:
porque en un cuerpo tan gallardo
no hay nada de donaire ni una pizca de sal.
Lesbia sí es hermosa, pues siendo toda ella bellísima,
además ella sola a todas les quitó todas sus gracias.


                                         
-En el poema LXXXVI (86) Catulo habla sobre Quintia, diciendo que todos los hombres la ven guapa y él niega que sea plenamente guapa, porque en un cuerpo así no hay nada de belleza. Añade que Lesbia sí que es hermosa, y es toda bella, y le con su belleza les quitó a las demás sus gracias.

Catulo

Se sabe poco sobre la vida de Catulo. Se señala a Verona como su ciudad de nacimiento en los años 87 a.C o 84 a.C.. Estudió en Roma, pasó allí varias temporadas, al fin se estableció en la ciudad en el año 62 a. C. y se introdujo en los cenáculos literarios de sus amigos, los llamados despectivamente por Cicerón poetas neotéricos: Helvio Cinna, Licinio Calvo, Valerio Catón, Cornificio, Furio Bibáculo y los eruditos Marco Terencio Varrón y Cornelio Nepote. Los neotéricos se caracterizaban, en primer lugar, por una gran afición a la poesía griega alejandrina de Calímaco y, en segundo lugar, por el deseo de cultivar una lírica refinada y concisa, de un perfecto acabado formal.
Se enamoró de una dama muy bella y licenciosa, Clodia, casada con Quinto Cecilio Metelo Céler, gobernador de la Galia Cisalpina. Clodia, aparece en sus versos con un nombre de valor métrico equivalente, Lesbia (que declara la común afición de los amantes a la poetisa griega Safo de Lesbos), tras concederle sus encantos, le fue infiel a la primera ocasión y dejó a Catulo debatiéndose entre el odio y el amor. De la violenta pasión que despertó en Catulo tardó en recuperarse a duras penas, ero la agonía se prolongó merced a los arrepentimientos de la amante, con nuevas excusas, pero las reconciliaciones resultaron fallidas. La originalidad de Catulo consiste en haber sido el primero en haber iniciado la elegía romana con sus rasgos específicos de subjetividad, autobiografismo e intimidad, menos presentes en sus correlatos griegos.


Obra:

En su estado actual, el corpus catuliano consta de unas 116 poesías, 102 encabezadas por una dedicatoria a Cornelio Nepote que sin duda debió pertenecer a una compilación anterior, aparentemente distribuidas en tres grupos. El primero, hasta la composición 60 inclusive, comprende poemas líricos cortos, en metros varios, de asuntos sacados de los más diversos acontecimientos de la vida: poesías amorosas, otras dirigidas a amigos o enemigos, improvisaciones ingeniosas, anécdotas, sátiras, y un breve himno a Diana.
Las composiciones del tercer grupo, de carácter análogo a éste, se distinguen por su común forma métrica: el dístico elegíaco; comprenden desde el poema 69 hasta el final. Por último, las de la parte central, o sea, las composiciones 61 a 68, se caracterizan por su mayor extensión, así como por la importancia de su asunto. Los números 61 y 62 son epitalamios o himnos nupciales. El número 63 es un poema narrativo que relata una versión de la leyenda de Atis. El 64 es un epílio. El número 65 es un aespecie de epístola dedicatoria a Hortensio Órtalo. El poema 66 es una traducción de un epílio de Calímaco. El 67 es un largo epigrama dialogado en el que Catulo hace referir a la puerta de cierta casa de Verona una curiosa sarta de indiscrecciones sobre sus dueños y el 68 es una extensa elegía de carácter subejetivo en forma de epístola dirigida a un amigo de Catulo llamado unas veces Manlio y otras Alio.

Se pueden dividir los 116 poemas en:

  1. Poemas de diatriba: en este grupo se encuentran poemas como los que el poeta escribe a sus amigos Furio y Aurelio (XI, XV, XVI, XXI, XXIII, XXVI, en relación íntima con los del acto de Juvencio, a los cuales podría estimarse unidos), los de César y sus partidarios principalmente Mamurra (XXIX, LII relacionado con el XIV y el LII, LVII, LXIV, XCIII, XCIV, CV, CXIV, CXV), los de Gelio, ligados como los de Rufo, Egnacio y otros, a los del cielo de Lesbia (LXXIV, LXXX, LXXXVIII, LXXXIX, XC, XCI, XCVI), los de Rufo (LIX, LXIX, LXXI, LXXVII), los de Egnacio (XXXVII, XXXIX), los de Amiana (XLI, XLIII),los de Aufilena (CX, CXI), y el de la querida de Varo (X), el de Asinio (XII), los malos poetas (XIV), Sufeno (XIV); Talo (XXV), Memio y Pisón (XXVII, relacionado con el X), Afeno (XXX), Vibenio y su hijo (XXXIII), Vosulio (XXXVI, relacionado con el XCV), Rávido (XL), Sestio (XLIV), Porcio y Soiratión (XLVII relacionado con los IX, X, XII; XXVIII), Galo (LXXVIII), Lesbio (LXXIX), Arrio (LXXXIV), Emilio (CVII), Vectio (XCVIII), Silón (CIII), Cominio (CVIII) y Nasón (CXII); hay además algunos poemas cuyo destinatario no ha sido identificado; son estos el XVII y el LXVII, dirigidos a ciertos personajes de Verona y el LX y el CVI.
  2. Poemas de amor: aquí se encuentran los poemas escritos a su eterna amada Lesbia como lo son, II, III, V, VII, VIII, XI, XXXVII, tal vez XLII, XLIII, LI, LVIII, LXVIII b, LXX, LXXII, LXXV, LXXIX, LXXXIII, LXXXV, LXXXVI, LXXXVII, XCII, CIV, CVII, CIX, los escritos a Juvencio (XXIV, XLVIII, LXXXI, XCIX) y el ultimo escrito a Ipsitilia (XXXII).
  3. Poemas de amistad: en este grupo se encuentran los poemas escritos a Veranio y Fabulo (IX, XII, XIII, XXVIII, XLVII), los de Calvo (XIV, L, LIII, XCVI), los que se refieren a la muerte del hermano del poeta (LXV, LXVIII, a y b, CI), los de Cornelio (I, CII), los de Cinna (XCV, CXIII), y los de Flavio (VI), Varo (X), Cecilio (XXXV), Cornificio (XXXVIII); Cicerón (XLIX), Carmerio (C), el CII, que cabe dentro de este grupo, está dirigido a un amigo no identificado todavía.
Poemas de reflexión personal: IV, XXVII, XXXI, XLV, XLVI, LXXIII, LXXVI. En ellos se manifiesta la postura íntima de Catulo con respecto de la amistad, el amor, la desilusión, las cosas religiosas. Mucho dejan ver, por lo mismo, de lo que pensaba en su soledad frente a la vida y la muerte.

viernes, 1 de marzo de 2013

Afrodita de Nilo


Escogí esta escultura porque me gusta, la tengo encontrado varias veces en libros de historia y cuando viajé a París (Francia) la vi en el museo del Louvre y me gustó mucho más, por eso me pareció interesante elegirla para saber más sobre ella como el século en el que se hizo, el autor y muchas cosas mas.


La Afrodita de Milo porque se cree que representa a Afrodita; la diosa del amor y la belleza. Pero también es más conocida como Venus de Milo, mide 211cm y representa a una mujer representada sin brazos y que según la disposición de su cuerpo transmite una sensación de calma, realismo, naturalismo, tristeza, y una sensación táctil muy especial, la sensación de calma es transmitida por su postura de pasividad.

La obra fue creada entre  los años 130 y 100 a. C pero su autor aún es desconocido ya que Las fuentes indican que un posible autor pudiera ser Alejandro de Antioquía, ya que aparece su firma en la propia escultura; a pesar de eso, la obra tiene influencia de Praxíteles y Fidias. La composición de Praxíteles se caracterizaba por una línea muy flexible que divide las figuras si se traza en el medio de arriba a abajo; todos tienden a estar reclinados y árboles, drapeados y otros elementos semejantes se usan como apoyo para las figuras de mármol, y se incluyen en el diseño en lugar de ser extraños a él; mismas composiciones que usaba Fidias. La autoría no está clara, porque junto a ella se encontraron otros fragmentos con inscripciones que mencionaban a dos artistas de Antioquía llamados Agesandros y Aleixandros, aunque se desconoce si éstos eran lo autores de la obra o de otros pedestales colocados más tarde junto a la estatua.


La escultura fue hecha en mármol blanco, en varios bloques cuyas uniones no son visibles, en un tamaño ligeramente superior al natural. Esta escultura posee un estilo característico del final de la época helenística, que retoma el interés por los temas clásicos al tiempo que los renueva.


La estatua se encontró semienterrada, en dos pedazos, el 8 de abril de 1820 en la isla egea de Melos, llamada también Milo, por un campesino llamado Yórgos Kendrotás. Cerca de la estatua se encontró un fragmento de un antebrazo y la mano con una manzana  y estos restos son considerados parte de sus brazos. El brazo derecho se piensa que sostenía la túnica justo a nivel de la cadera izquierda en un aparente intento de impedir que la túnica se resbalara, mientras el izquierdo sostenía la manzana del Juicio de Paris, manzana que el troyano Paris hubo de ofrecer a la mismísima Afrodita en testimonio de su decisión en el mítico juicio de bellezas al que fue sometido. Lo cierto es que no está claro si los brazos pudieron perderse después del hallazgo moderno de la escultura: Yórgos dejó una mitad de la Venus en el mismo lugar donde la había encontrado por no poder desenterrarla, pues su peso es de al menos 900 kilos, y la otra mitad la llevó al establo, ofreciendo en primer lugar la venta de la estatua a un clérigo ortodoxo.